1 de marzo, Día de la cero discriminación

Autores.- Guillermo López y Verónica Iglesias, mediadores del Servicio de Salud Sexual y pruebas rápidas de VIH y otras ITS en CS de la Comunidad de Madrid- Asociación Las Alamedillas.

En 2013, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 1 de marzo como el Día Internacional de la Cero Discriminación, una fecha encaminada a la igualdad de oportunidades sin distinción de origen, etnia, nacionalidad, religión, sexo, género, orientación sexual, identidad o expresión de género, edad, discapacidad, estatus serológico o cualquier otra condición individual, social o cultural. Surge a instancias de ONUSIDA, que en el año actual promueve el lema: Nos mantenemos unidas y unidos.

Nota: ONUSIDA (febrero, 2017). ONUSIDA llama a combatir la discriminación y el estigma para poner fin al VIH-SIDA [Imagen]. Descargada de: https://news.un.org/es/story/2017/02/1374201

A pesar de que en sociedades como las nuestras hemos avanzado en derechos e igualdades, el estigma continúa y sigue afectando a la calidad de vida de las personas que lo sufren. Las personas que soportan el estigma tienen peor salud y esperanza de vida.

El estigma del VIH surgió en un momento en el cual había falta de información sobre las vías de transmisión y cómo funcionaba el virus y aún hoy es uno de los principales factores asociados a los nuevos diagnósticos de VIH, y de que éstos sean tardíos. Esto es porque el estigma hace pensar que el foco de riesgo está no en las prácticas que tengamos sino en el perfil poblacional que representamos y que representan nuestras parejas sexuales. Si no cumplimos con el perfil asociado a quiénes tienen VIH, podemos pensar que estamos exentos de riesgo, independientemente de nuestros comportamientos, lo cual nos induce a no ser conscientes de nuestra vulnerabilidad a la hora de tener prácticas de riesgo.

La falta de conciencia de la vulnerabilidad hace que no nos realicemos pruebas de VIH y así conocer nuestro estado frente a estas infecciones.

Ya no vivimos en la década de los ochenta y noventa. Han pasado más de 40 años desde la infección y el estigma lesiona los derechos de las personas con VIH y, además, la salud de las que pueden estar en riesgo de tenerlo.

Hoy en día, las personas VIH positivas no desarrollan sida si tienen tratamiento. En la mayoría de las ocasiones, las personas con VIH no sufren marcas corporales que puedan delatar su infección, como ocurría más a menudo décadas atrás. Ahora bien, la discriminación en relación con el VIH se observa en dificultades para acceder a seguros de vida, hipotecas, permisos de residencia, ciertas oportunidades de trabajo – especialmente en el campo de la salud, cuidados a personas vulnerables como ancianos y niños, hostelería…-. Algunos países impiden el acceso como turista o trabajador si se tiene VIH. Estas discriminaciones legales y de prestación de servicios se han ido eliminando en España con leyes recientes si bien se siguen apareciendo indicadores de discriminación social a las personas con VIH.

Dentro de la página web de Comunidad de Madrid dedicada a informar sobre el VIH, disponemos de una sección específica de aspectos legales. También puedes consultar la clínica legal en el ámbito de VIH y sida de CESIDA, para recibir asesoramiento gratuito.  

Los nuevos fármacos frente al VIH (antirretrovirales) consiguen que las personas tengan mayor esperanza de vida y de mejor calidad. Pero no nos olvidemos que hay un “virus social” que enferma los componentes emocionales, afectivos y sociales de las personas con VIH.  Este virus social tiene un nombre: serofobia.

Para erradicar la serofobia, tenemos que tener conciencia acerca de que:

– Lo único que diferencia a una persona con VIH de otra que no tiene la infección es el estatus serológico.

– No existe un perfil concreto de persona con VIH.

– Para que el VIH se transmita, el virus tiene que llegar al torrente sanguíneo. Son prácticas muy concretas las que implican la transmisión del VIH y no hay señal de peligro si se evitan esas prácticas. Las prácticas a tener en cuenta son relaciones sexuales con penetración (anal, vaginal u oral) sin preservativo, compartir jeringas, agujas, otro material de inyección o cualquier instrumento cortante que haya estado en contacto con sangre infectada, y la transmisión madre-hijo a través del embarazo, parto y lactancia sin un control médico adecuado.

– Una persona VIH positiva no está obligada a revelar su estatus serológico. Tampoco tiene el compromiso ético de decir su estatus serológico si no va a afectar negativamente a la salud de otras personas.

– Con el tratamiento antirretroviral, tomado de manera continua, se consigue una carga viral indetectable, esto es, una carga viral insuficiente para la transmisión mediante prácticas sexuales. Una persona con carga viral indetectable no transmite el virus por vía sexual.

Nota: ONUSIDA (julio, 2018). Indetectable=Intransmisible [Imagen de una publicación web]. Descargada de: https://www.unaids.org/es/resources/presscentre/featurestories/2018/july/undetectable-untransmittable

El VIH es un reto que tenemos como sociedad; nos implica a todas las personas, en tanto en cuanto necesitamos vivir en un mundo libre de estigmas y discriminaciones. Construir estrategias enfocadas a la eliminación de la discriminación hacia las personas VIH positivas debe ser un motor para impulsar una sociedad más libre y justa.

Luchemos contra la discriminación. Por una vida que merezca la pena ser vivida para todos.